Kabbalah significa recibir. ¿Recibir qué? – preguntará alguien. Recibir la tradición esotérica, oculta y escondida que por siglos han guardado los místicos del Pueblo de Israel.

En Kabbalah no se recibe lo oculto para presumir que sabes cosas que los demás ignoran, sino que el receptor o Kli[1] de recepción de energías cosmogónicas lo hace con el fin de experimentar la unio mystica[2] con la Divinidad o lo que también se conoce como la Devekut[3].

La Persona que tiene conocimiento de ser uno con el Cosmos experimenta niveles elevados de energías que provienen de la Eternidad, dicho de otra manera, entra en contacto con magnitudes energéticas muy potentes cuyo efecto en la psique del sujeto a menudo se traduce como una sensación de felicidad total, absoluta y trascendente. En Kabbalah no aprendes o recibes los aspectos esotéricos de los universos superiores para inflar tu ego intelectual, sino para iniciar un viaje personal de autoconocimiento profundo a medida asciendes en los Palacios de tu interior llegando con mucho esfuerzo a construir tu Merkava, la carroza que te desplazará del espacio-tiempo a los dominios excelsos de la Eternidad que corresponden al Universo de Atzilut.

Los Iniciados en los misterios de la Kabbalah tienen un hermoso y vibrante camino por delante, un camino de crecimiento personal elevado a la potencia infinita ya que la meta es el Ein Sof[4]. La felicidad del místico no consiste en llegar al destino sino en disfrutar cada etapa del ascenso. A mayor ascenso a los mundos superiores mayor deleite; a mayor contacto con energías subyacentes que operan debajo de la materialidad mayor placer.

Si quieres aprender a vivir en un estado de felicidad constante, una alegría sin ningún tipo de dependencia objetal, la Kabbalah es para ti. Abre tu mente, disponte a vaciarla de todo dogma con el cual hasta este momento has interpretado la realidad y adopta una posición de recepción. Para que tu Kli sea lleno, primero debe vaciarse.

[1] Kli es la palabra hebrea para vasija. Para ser llenos, antes debemos vaciarnos.

[2] Unio mystica en Kabbalah extática “… es presentada como un proceso de asimilación a lo divino.. unión del hombre con lo divino…” Moshe Idel, Cábala Nuevas perspectivas, Ediciones Siruela, Madrid, 2005.

[3] Devekut es la palabra hebrea para unificación. Describe el apego, la unión del ser humano con el Creador

[4] Ein sof es el nombre de Dios en la Kabbalah. Significa el Infinito, la Nada sin Fin.